Consejos para aplicarla

1. No te saltes ninguna comida: la dieta ayuda a que tu organismo se equilibre, proporcionándole los nutrientes que necesita y liberándolo de la necesidad de acumular, por temor a la carencia. Eso es algo muy beneficioso para ti, porque impedirá que tu mente y tus emociones se desequilibren al sintonizar con la frecuencia de la lucha o de la carencia.

2. Evita al máximo los alimentos procesados: cuanto más procesados más inflamatorios para ti. Los aditivos, los conservantes y los procesos químicos a los que los someten son tóxicos para tu cuerpo. Evítalos para que este no se ponga a la defensiva y te genere inflamación.

3. Pela siempre las manzanas o depura la fruta y las verduras que tengas que comer con piel: los pesticidas que les ponen son agentes externos y desequilibrantes, que tu cuerpo rechaza. Al detectarlos se protege de ellos con la inflamación. Si vas a comer fruta que no puedas pelar sumérgela en agua con un poco de vinagre de manzana durante 5 minutos. Haz lo mismo con la verdura que comerás cruda en las ensaladas de las siguientes etapas de esta dieta.

4. Procura que las infusiones sean lo más naturales posible: si puedes, compra las hierbas a granel y evita las bolsitas de infusiones preparadas. A veces encontramos en ellas otros componentes que no son beneficiosos para ti.

5. Puedes tomar café: si lo haces evita comprar café molido o en cápsulas. Es infinitamente mejor que lo muelas tú o lo tomes en una cafetería que muela el café antes de hacerlo. Si no tomas demasiadas tazas, el café puede darte claridad mental, pero siempre en equilibrio y sin pasarse.

6. Antes de moler las semillas para el desayuno: te recomiendo que mezcles en un bote grande una cantidad proporcional de las siete semillas, para que te resulte más fácil preparar tu desayuno cada mañana. Dos o tres cucharadas soperas de esa mezcla serán suficientes para tu postre nutritivo. Muele las semillas cuando vayas a comerlas. No las conserves molidas, porque pierden propiedades. Ponlas en un cuenco y añade una cucharadita de miel y un poco de agua. Remueve hasta obtener una pasta y tómatelo como postre de tu desayuno. Esta bomba energética y nutritiva te ayudará a disponer de más energía, tener más claridad mental y aguantar hasta media mañana sin pasar hambre. 

7. No mezcles nunca los frutos secos: tómalos siempre por separado, porque son muy beneficiosos pero a tu cuerpo le cuesta un poco digerirlos y, al consumir más de uno a la vez, su digestión se complica. Pónselo fácil a tu cuerpo para que pueda absorber sus nutrientes sin complicaciones. Si eres alérgico a los frutos secos o a alguno de ellos, suprímelos de la dieta y sustitúyelos por medio aguacate. La cantidad de frutos secos recomendada es la que quepa en la palma de tu mano o en un cuenco pequeño.

8. Pase lo que pase en tu día, procura comer siempre, todos los días, los siguientes alimentos: limón, una manzana, jengibre, las siete semillas, una cucharadita de miel y la infusión de tomillo después de cenar.

9. Evita el ajo, la cebolla, el tomate, los pimientos y las berenjenas: son alimentos de difícil digestión, que interfieren en tu organismo. No son aconsejables en esta etapa de la dieta, en la que debes priorizar la depuración.